Las mujeres somos poderosas y creativas cuando estamos conectadas con nuestro ser
Vivimos en un mundo donde es muy fácil distraerse y abandonar nuestra esencia porque la rutina diaria y nuestras creencias nos obligan a poner los ojos en el mundo exterior. No hay tiempo de pausas para reencontrarnos al menos una vez al día con nuestro yo, nuestras prioridades, talentos e incluso sueños. Vamos en automático.
Todo este efecto de vivir al ritmo del tiempo nos separa de nuestro poder interior, nuestro propósito, nuestra causa. Muchas veces tenemos la convicción de que “soy lo que hago y no hago lo que soy”, porque es difícil comprender quién soy verdaderamente. Somos nuestros títulos colgados en la pared, somos la esposa de fulano de tal, somos la que se gano una medalla y la lista sigue, pero esto sucede cuando no estamos conectadas con nuestra fuente, se nos hace difícil “reconocernos” como una mujer maravillosa que tiene mucho que aportar al mundo, una mujer creativa, poderosa desde mi esencia y mi ser.
Pero también soy una fiel creyente de nuestra naturaleza como mujeres, tenemos una gran capacidad de reinvención en cualquier circunstancia de la vida, podemos conectar con nuestra fuente creadora inmediatamente aunque haya estado adormecida por mucho tiempo. Cuando nos sentimos poderosas y creativas nuestras ideas fluyen, nos sentimos seguras, la confianza se instala en nosotras, nos atrevemos salir de nuestra zona de comfort sin importarnos los riesgos que nos depare el camino, simplemente escuchamos nuestra intuición femenina siguiendo la brújula de nuestro corazón.
Cuando esto sucede, es cuando sucede la magia, tu poder interior impulsa tu creatividad para darle forma a tus sueños, tienes una visión clara de cuáles son tus objetivos, tu perspectiva ante la vida cambia y cualquier cosa es posible. Eliminar las etiquetas de tu vida es fundamental para poder reconocer quien eres verdaderamente, conectar con tus talentos, activar tu poder de crear, encontrar tu causa en este mundo y ser feliz. Somos más que un título o una medalla, somos creadoras en constante movimiento, somos fuente de inspiración cuando tenemos la claridad de quiénes somos y nuestra voz se escucha fuerte y clara.
El amor propio es otro ingrediente en esta receta acompañado del respeto, ya que ambos forman parte de nuestra esencia y si no comenzamos por ahí es muy difícil encontrar ese camino de vuelta a nosotras mismas. Porque tu poder comienza cuando te das el permiso de escucharte, reconocerte, respetarte y amarte.
Nunca más permitas que el ruido exterior te separe de tu esencia, ni que las creencias infundadas apaguen tu creatividad, no olvides “quien eres” y porque estas aquí, anula las etiquetas, porque cada día se necesitan más mujeres poderosas y creativas que transformen este mundo en un lugar mejor.
VERO MANRIQUE